Chuao, un paraiso que todo lo tiene.
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| Nuestra casa. |
En Choroni solo estuvimos una noche con Angelo porque no se podia dormir en la hamaca en la playa, es chiquito y no hay mucho para hacer mas que beber algun miche en el malecon.
Como sabiamos que Annia y Franco (la venezolana y el argentino que tambien conoci en el mismo barco que a Angelo) estaban cerca, coordinamos y quedamos en encontrarnos en 2 dias en Cepe. Nosotros primero fuimos a Chuao que es unas paradas antes en la lancha que nos llevaba. En el camino ya nos aconsejaban ir a "donde los hippies" que es al final de esos 2 km de playa donde suelen acampar los mochileros.
Apenas colgamos nuestras hamacas se nos acerco Coco, a darnos la bienvenida y a presentarse como nuestra vecina. Aunque realmente nunca fue nuestra vecina sino que fue como si hubieramos acordado encontrarnos/conocernos, inmediatamente fuimos un grupo los 3.
Chuao es donde se produce el mejor cacao del mundo, tiene un pueblo que esta a 5 minutos en camioneta desde la playa. Pero en la playa vive mucha gente, hay negocios, un rio para bañarse, una cancha de bochas, el puerto, y obvio, mar.
Coco ya tenia una semana ahí, esa playa ya era su casa e inmediatamente fue la nuestra también. Ya teníamos amigos lugareños, un fogón donde cocinar, quien nos preste la herramienta para bajar ñamepalo y pepa pan (dos frutos que hacíamos sopa), sabíamos también donde buscar mangos y a que hora ir a pedir los pescados chicos que los pescadores regalaban.
La playa tiene sus reglas: no fuegos, no desnudos, no drogas, no mas de 7 dias acampando o hamacando. Los desnudos y las drogas se pueden hacer donde no anda nadie o de noche, y sabíamos por coco y un francés (que hacia un mes que estaba) que se podía acampar mas de una semana.
En nuestro día 6 se fue Coco. Fue muy loco esa mañana caminabamos por la playa y desde lejos nos gritaban, por lo que volvimos a ver que pasaba. Era Annia, no lo podiamos creer ya nos habiamos olvidado que ibamos a ir a Cepe, de hecho ya lo habiamos cancelado y el proximo destino era San Cristobal (casa de Coco). Esa noche llego nuestro querido vecino Manzanita, el tiene un local cerca de donde acampabamos y estaba sumamente enojado porque no gastabamos plata en su negocio. Se acerco (acompañado por un policia) para GRITARNOS de manera poco educada que al otro dia deberiamos irnos, poco le importo que le digamos que Coco ya se habia ido o que le preguntaramos cuanto tiempo hacia que estaba el frances en la puerta de su local.
No era nuestro deseo irnos todavia, pero con pasar el fin de semana ahi nos era suficiente. Solo dos dias mas. Nuestros amigos del lugar nos supieron recomendar ignorar a Manzanita y pedir autorizacion a la policia y al municio, es normal que a los turistas extranjeros le permitan unos dias mas por la belleza del lugar.
Y asi fue como a la mañana siguiente fui el encargado de conseguir estos permisos. Pero al mediodia volvio Manzanita, esta vez amenazandonos que si no nos ibamos las cosas iban a ser por las malas. Pero nuevamente no nos escuchó ni siquiera que ya teniamos los permisos. Esa tarde conocimos a Rafael y Alejandra, una pajera que estaba de luna de miel y nos invitaron a mudar nuestras hamacas mas cerca de su carpa. Esa noche estuvimos de festejo junto a Cande y Nico dos argentinos mochileros tambien. La pasamos super lindo.
Y llego el ultimo dia, era el cumple de Angelo. Amanecimos en el local de los amigos, probando todos los cocuy, un total de 12 shots que nos alegraron el dia. Esa noche hubo tambores, porque en Chuao la comunidad es de mayoria negra, y por tradicion, los pescadores y lancheros salen los fin de semana a tocar ritmos similares a los africanos. Cuando volvimos de los tambores, mi mochila que permanecia todas las noches al lado de mi hamaca, habia desaparecido. Junto con todas mis cosas, hasta mi pasaporte.
A la mañana siguiente (demasiado temprano ya que no pude dormir) sali en busca de mi mochila, recorri todo el lugar en busca de mi pasaporte, hable con todos mis amigos del lugar y todos decian lo mismo: "No habra sido Manzanita?". Yo no podia juzgarlo a el, hice la exposicion en la policia pero no serviria de mucho, no tenian papel para denunciar mi pasaporte por lo tanto era un indocumentado. La señora Himalaisa y la negra Prisca me prestaron un celular para llamar a mi embajador, quien ignoro por completo que soy argentino igual que el y no me ayudo en nada.
Ya para el mediodia me habian ayudado suficiente y yo estaba completamente agotado, las cosas no aparecian. Hasta que de repente un niño se acerco y nos dijo que habia encontrado mi mochila con todas mis cosas... Yo me pregunto, eso era otra amenaza para que nos vayamos?
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| En el rio, descansando de descansar. |
